Homofobia y VIH-SIDA

Homofobia y VIH-SIDA

Por Dr. Erick Quesada*

La homofobia consiste en el miedo, rechazo e incluso desprecio hacia los hombres gais (aunque no se debe olvidar que también se da hacia personas lesbianas (lesbofobia), personas bisexuales (bifobia) y personas transgénero (transfobia). La homofobia se expresa de dos maneras: por un lado tenemos la homofobia social, que responde a la serie de discursos ideológicos que consideran como patológica, anormal, ilegítima e incluso inmoral a la homosexualidad.

Entre estos encontramos el discurso religioso, ciertos discursos psicológicos, el discurso médico-biologista y el discurso jurídico, entre muchos otros. Y por otro, la homofobia internalizada, que consiste en la interiorización que hace la persona homosexual de estos discursos a través de la interacción con otras personas en espacios como el hogar,  la escuela y la iglesia, o a través de los medios de comunicación. Cuando esto sucede, la persona dirige los sentimientos de desprecio, rechazo e incluso odio –propios de la homofobia- hacia sí misma, dañando fuertemente su autoestima (lo que siente hacia sí misma) y su autoconcepto (lo que piensa de sí misma).

En este punto, una serie de mitos condicionados socialmente sobre la homosexualidad se convierten en una especie de profecías autocumplidoras para estas personas: “nunca voy a tener una familia”, “siempre seré el “raro” del trabajo, el barrio y la familia”, “de qué vale la pena vivir, si de todas formas me voy a condenar”, «me voy a morir sólo y abandonado” o “me voy a morir de SIDA”.

Esta última profecía autocumplidora, en el plano de la tendencia a infligirse castigo que las personas homosexuales suelen experimentar dada su condición de “anormalidad” y/o “inmoralidad”, se ha asociado a las prácticas sexuales de riesgo de infección con el VIH/-SIDA y/o otras infecciones de transmisión sexual (ITS). Hoy sabemos, con base en diversidad de estudios científicos, que no hay evidencia de ningún tipo de anormalidad o patología en la homosexualidad, lo que nos hace pensar que más bien lo enfermizo se encuentra en el plano social, y que se expresa en la violencia, discriminación y rechazo que se manifiesta hacia estas de personas.

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Bisexualidad

Bisexualidad


Por Dr. Erick Quesada *

Cuando hablamos de diversidad sexual tomamos en cuenta dos variables: orientación sexual e identidad de género. Cuando nos referimos a la orientación sexual hablamos del sexo (hombre o mujer) hacia el que la persona  experimenta atracción física, sexual y emocional.  En el caso de la identidad de género, hablamos de las personas transgénero, que son aquellas que se identifican, en algún grado, con el género adscrito socialmente al sexo opuesto; es decir, hombres que se identifican con la feminidad y mujeres que se identifican con la masculinidad.

El caso de la bisexualidad tiene un carácter especial: muchas personas, incluso las que pertenecen a la diversidad sexual, no aceptan su existencia. Para muchas la bisexualidad responde a una etapa de transición hacia la aceptación de la propia orientación sexual –por ejemplo de una supuesta heterosexualidad a la homosexualidad-, y para otras se trata de una etapa propia de la adolescencia, donde los y las jóvenes podrían experimentar con ambos sexos como parte de su proceso de búsqueda y definición de su personalidad.

Sin embargo, diversos estudios demuestran que la bisexualidad es una expresión más de la sexualidad humana, tan legítima como el lesbianismo, la homosexualidad o la heterosexualidad. También se ha visto que es común que estas personas suelan experimentar una mayor atracción hacia uno de los dos sexos, lo que hace que muchas veces decidan comprometerse con un estilo de vida gay o lésbico, o por el contrario heterosexual.

No obstante, también hay casos donde la persona decide abrirse a la posibilidad de tener parejas de ambos sexos.  Lo importante en estos casos es que la persona bisexual adecue su estilo de vida a sus más genuinos intereses y necesidades, ya sea tanto a través del proyecto de conformar una familia; del poliamor (la capacidad de amar y compartir con dos o más personas simultáneamente) o de la pareja abierta (los(as) miembros(as) de la pareja deciden mantenerse unidos pero aceptan relaciones con otras personas esporádicamente), entre otras opciones.

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Consejos para la superación personal

Realización personal

Por Dr. Erick Quesada*

Una de las más importantes necesidades humanas, aunque pocas veces se habla de esto, es la de realizarse. A pesar de que se nos ha hecho creer que la realización se alcanza si llegamos a tener una profesión u oficio, una familia, dinero y reconocimiento, entre otras cosas, no siempre sucede así. La realización personal se alcanza cuando la persona decide concientemente vivir su vida en apego con sus verdaderos y más profundos deseos, intereses y vocaciones. Esto le permite no sólo otorgarle sentido a su vida, sino también a todas las etapas de la misma, pues se trata de un proceso que nunca acaba.

Consejos para la realización personal:

1. Identifique aquellas expectativas y demandas que personas importantes en su vida depositaron sobre usted.  En ocasiones las personas conocen mejor lo que se espera de ellas que lo que realmente quieren hacer con su vida.

2. Explore si experimenta confusión, temor o culpa cuando piensa que aquello que usted quisiera hacer va en contra de la voluntad de personas importantes para usted. Estos sentimientos suelen estar asociados a la dificultad para tomar decisiones y hacer los cambios que quisiéramos hacer.

3. Haga un listado con las cosas que más le interesan, apasionan o considera importantes tanto a nivel personal como laboral, y reflexione qué tan dedicado está usted a las mismas.

4. Reconsidere su proyecto de vida. Es importante renovar o actualizar con frecuencia nuestro proyecto de vida, pues de lo contrario podría convertirse en una especie de “camisa de fuerza” que nos impida realizarnos. El ser humano no termina nunca de crecer, por lo que las metas de vida deben de plantearse y replantearse a lo largo de la misma.

5. Reflexione sobre qué tanto le motiva actualmente lo que hace, qué tan importante siente que es y cuánto le permite crecer como persona. Utilice una escala de 1 a 10 para responder. Esto le ayudará a determinar qué tan  realizado se encuentra en este momento de su vida.

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Hablar de sexo con la pareja

Sexualidad es tema tabú entre parejas

• No se habla abiertamente

Hablar sobre sexo continúa siendo un tema prohibido y las parejas no escapan de ello, aún entre ellas prevalecen tabúes

Por Angie López Arias alopez@prensalibre.co.cr

Hablar de sexo abiertamente aún sigue siendo un problema para muchas personas, debido a los tabúes que hay alrededor del tema. Incluso para los miembros de la pareja, que se supone tienen gran confianza entre sí, no es un asunto que puedan tratar fácilmente, lo que puede conllevar problemas.

Y es que la vida sexual de las parejas es un elemento importante de la relación porque permite fortalecer el vínculo y es la máxima expresión del amor que se tiene, por ello es fundamental que conversen sobre lo que les gusta, lo que esperan del otro y lo que quisieran mejorar, a fin de tener una sexualidad placentera y satisfactoria.

Para lograr este objetivo, es necesario que mantengan una comunicación fluida, pero transparente, para que puedan llegar a acuerdos en el plano sexual y, sobre todo, que eliminen mitos que prevalecen, así como inhibiciones que impiden un disfrute pleno y sano de la sexualidad entre ambos.

“La sexualidad es un tema tabú y las parejas no escapan de eso. Lo primero que ambos deben hacer es entablar una comunicación fluida y reconocer la importancia de hablar con transparencia y sinceridad de su vida sexual, no pueden dejar de conversar sobre ello, o conversar a medias”, explicó el psicólogo Erick Quesada.

Represión

Es vital que la pareja reconozca la necesidad de enfrentar los prejuicios que pueden tener para así permitirse hablar más libremente de la sexualidad y disfrutarla. Si bien es cierto muchas creencias erróneas son aprendidas desde corta edad, la información y la educación adecuadas son las vías para desmitificar.

“Desde pequeños somos educados a través de una concepción negativa de la sexualidad, esa educación que infunda temores, vergüenza y culpas hace que las personas no hablen del tema, hablen poco o no expresen sus sentimientos, son programaciones tan primarias que se arrastran por años hasta la adultez”, afirmó el experto.

Esa es para muchos una actitud represiva, pero que lamentablemente aún se sigue enseñando, lo que provoca que las personas no puedan gozar de su sexualidad porque moralmente sienten que están comportándose mal, esto inevitablemente causa problemas en las relaciones de pareja porque la vida sexual comienza a fallar.

Esa misma educación también impone estereotipos con respecto a la sexualidad, por ejemplo, la sociedad demanda que sea el hombre el que tenga más conocimiento sobre sexo y que sea quien tenga la responsabilidad de dar placer a la mujer, mientras a ellas se les pide que deben ser más pasivas, no tomar la iniciativa y mostrarse desinteresadas en el tema, pues de lo contrario, se les critica socialmente, creencias que deben ser erradicadas.

Conceptos clave

Quesada indicó que en la sexualidad hay dos conceptos claves: placer y satisfacción. El primero de ellos se refiere al placer físico que se obtiene a través de los encuentros sexuales y tiene que ver con las prácticas placenteras como las caricias, los besos y la estimulación.

La satisfacción, por su parte, tiene que ver más con el disfrute emocional y con la intimidad que debe establecerse entre las dos personas. Ambos elementos deben estar presentes en una relación de pareja y tienen que ir de la mano, lo ideal es que ningún componente esté solo, ya que así en algún momento podrían sobrevenir conflictos.  Además de esto, es importante que hablen acerca de las prácticas de estimulación que más prefieren, porque cada uno es diferente, tanto ella como él tienen zonas más sensibles que otras, saben que es lo que les gusta más, la frecuencia que quieren de las relaciones sexuales e incluso tienen fantasías que quisieran compartir.

“Si no se habla de esas cosas entre la pareja, se acumularan frustraciones que pueden llevar a conflictos. Otro aspecto importante es que deben innovar porque de lo contrario caen en una rutina que hace que el encuentro sexual vaya perdiendo atractivo, es conveniente que experimenten y que varíen frecuencia, lugares, posiciones”, aseveró Quesada.  Para el psicólogo, es vital en los comienzos de la relación una buena apertura al momento de conversar, no guardar sentimientos ni malestares, sino que siempre deben hablar con claridad sobre lo que desean, a fin de que la vida sexual sea placentera y satisfactoria y puedan así fortalecer más aún el vínculo que les unió.

“La pareja que hace el amor y está conectada logra un nivel de intimidad profundo que enriquece y  fortalece el vínculo, es una expresión pura y sana del amor”, puntualizó Quesada.

Tomado de www.prensalibre.co.cr