Dudas en la relación de pareja

• Es normal

Parejas pueden dudar de su relación

Es natural que en algún momento de la relación, sobre todo cuando se adquiere más compromiso, uno de los miembros de la pareja dude del amor o de la continuidad

Angie López Arias
alopez@prensalibre.co.cr
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¿Realmente quiero estar con esa persona? ¿Será lo mejor continuar con la relación? ¿Estoy preparado para el compromiso? Quizá usted se ha hecho estas y otras preguntas más en algún momento de su relación, pero no se alarme pues es totalmente normal e incluso sano.

Estos cuestionamientos por lo general aparecen cuando la relación ha avanzado en el tiempo y conforme se adquiere más compromiso con la otra persona, su origen tiene varias razones que no necesariamente reflejen una crisis, es más, pueden ser una oportunidad para fortalecer el vínculo.

Pero también, dependiendo del tipo de dudas podrían ser un indicador de que la relación no está pasando por un buen momento, sin embargo, si se habla de ello en forma clara y adecuada, es posible que tales incertidumbres se despejan y la pareja pueda solucionar sus pequeños fallos.

“A veces pueden ser señales de que la relación no está funcionando bien pues por causa de los conflictos es normal que las personas comiencen a dudar, esto es muy común y natural y no quiere decir que el sentimiento se haya perdido”, comentó el psicólogo, Erick Quesada.

Sin crisis

Según el especialista, las dudas pueden aparecer aún cuando la relación está bien, es decir, no siempre son producto de crisis, pero sí podrían ser un signo de alerta de que la relación no está sufriendo cambios positivos, que la capacidad de disfrute ha disminuido o que la comunicación no es buena.

“Es importante darle la importancia que estas señales tienen y analizar que es lo que puede haber detrás y que pueden estar enmascarando, lo que no hay que hacer esa alarmarse porque no siempre son indicadores de que el sentimiento se acabó”, aseveró Quesada.

Este tipo de dudas son propias de una relación de pareja, pero a veces podrían indicar que son elementos que requieren más atención, por ejemplo, cuando la dinámica se vuelve rígida, cuando realmente se percibe que el sentimiento se está diluyendo o cuando se sabe que hay cosas más serias de fondo.

“Estas dudas pueden aparecer cuando la relación entra en una rutina, pero es necesario identificar de que se trata; si no se quiere del todo a la otra persona, si de verdad no se quiere continuar con la relación o si son cosas que se pueden remediar pues no son graves”, agregó.

Hablar claro

Quesada dijo que lo normal es sentir dudas sobre lo que se siente por la otra persona porque una cosa es querer a la pareja y otra es amar, también es común pensar en si realmente tiene sentido que estén juntos, o si lo que se quiere es otro tipo, a veces se duda de si se mantienen unidas por costumbre, necesidad o verdadero afecto.

“Las dudas emergen conforme el compromiso aumenta, es común porque la persona analiza en la seriedad de la relación porque va tomando fuerza, o porque el tiempo va pasando y la relación se va estrechando, lo cual hace que se puedan sentir forzados a comprometerse sin quererlo”, subrayó Quesada.

Para el psicólogo, lo más recomendable es que las parejas conversen sobre esas dudas, no solo porque hay posibilidad de solucionar lo que sucede, sino porque también la otra persona tiene derecho a enterarse de que su pareja no está del todo satisfecho con la relación.

El especialista aseveró que las dudas hay que hablarlas según el contexto y la forma, sin herir a la otra persona y siempre teniendo claridad en lo que se siente. En ocasiones las personas se guardan lo que sienten pero es mejor expresar los sentimientos por el bien de los dos y de la relación.

Confusión

El psicólogo de Enfoque a la Familia, Mario Machado, dijo que es importante que la persona se haga estos cuestionamientos porque puede estar confundiendo amor con dependencia, por ello, según dijo, cuando aparece la duda sobre el amor es mejor analizar realmente y aclarar que sucede.

“También puede haber confusión porque si primero son amigos y luego tienen una relación de pareja pero no esa carga erótica podrían enfrentar problemas, por eso es mejor aclarar los sentimientos y si es necesario buscar ayuda, la duda es un signo de alerta que debe hablarse”, puntualizó Machado.

Según agregó, las dudas y sentimientos que la persona tiene que aclararlos primero consigo mismo para luego poder hablarlo con su pareja y así tratar la situación desde un plano maduro y sincero, exteriorizando lo que se siente y lo que preocupa para que ambos lo puedan solucionar.

“Es bueno tener esas dudas y hablar con claridad, no creo en dar tiempo porque eso genera desconfianza, hay que ser sincero con la pareja y aclarar todo, cuanto más claro uno está mejor y la relación también. Es una oportunidad para solucionar ciertas cosas y fortalecer y mejorar, es bueno tener diferencias pero también hablarlas porque la pareja debe hacer crecer y madurar, siempre que sepamos aprovechar la situación”, recalcó Machado.

 

Noviazgos largos

Por diversas razones

Noviazgos muy largos no son del todo convenientes

• Aunque no hay un tiempo establecido, los especialistas recomiendan que los noviazgos deben durar entre año y medio y tres años antes de elegir un compromiso

Angie López Arias
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Muchas parejas comienzan un noviazgo que perdura cinco, seis o más años lo cual, según los especialistas, no es del todo conveniente pues se llega a excesos de confianza, la relación se puede volver costumbre y el sentimiento de amor podría comenzar a pasar.

Sin embargo, tampoco es conveniente elegir un compromiso en forma apresurada pues hay que esperar a que la etapa de enamoramiento pase, ya que ese período se caracteriza por el idilio, y los errores o fallas que se presenten se obvian, de ahí que también sea importante aguardar un tiempo prudencial.

Aunque no hay un tiempo establecido de cuánto debe durar una relación de noviazgo, lo más recomendable es que se prolongue entre año y medio a tres años para poder así tomar una decisión más seria de unir sus vidas en matrimonio, pues la elección debe ser muy bien pensada y analizada, no es algo que se tome a la ligera.

Lo más importante es la calidad de relación que se viva pues la pareja debe crecer, madurar, experimentar cosas positivas, compartir momentos juntos y respetarse mutuamente, de lo contrario, no sería un vínculo sano y por tanto, una unión más seria no sería efectiva.

Dinámica

El psicólogo Erick Quesada comentó que no es tanto la duración del noviazgo lo importante, sino la dinámica que experimenten y también el momento de vida que atraviese cada uno.

“Lo importante es la dinámica de la relación, si se trata de una pareja que no crece, que han visto afectada su capacidad de comunicarse, no disfrutan como antes y no tienen planes a futuro, es un noviazgo que enfrenta muchas dificultades, pero eso puede pasar en una relación de un año o más”, aseveró Quesada.

Quesada dijo que, sin importar el tiempo de noviazgo, la pareja debe mantener una comunicación fluida, comprender que conforme pasen los años cada uno va a cambiar y deben tener un proyecto de vida personal y que no por el hecho de estar juntos deben olvidarse de sí mismos.

“Los miembros de la pareja no deben descuidar su proyecto de vida personal, la pareja tiene que descubrir nuevas formas de vincularse así como espacios para relacionarse entre sí y con otras personas, también entender que conforme los tiempos cambian la relación debe responder a esos cambios. Es en este punto cuando se habla de emprender un proyecto de pareja”, indicó Quesada.

Duración

Mantener esa dinámica en la relación es fundamental pues en ocasiones sucede que las parejas tienen muchos años de noviazgo pero cuando se casan no duran mucho tiempo juntos e incluso recurren a un divorcio en los primeros años de matrimonio, lo cual se debe a múltiples razones.

“A veces las parejas van acumulando temores, se llegan a acostumbrar a la pareja o con los años sienten que la relación no es suficiente, a veces el sentimiento se ha ido diluyendo con el tiempo, también cuando se tienen muchos años de noviazgo hay mucha presión familiar para que se casen y los novios se sienten comprometidos y toman la decisión sin estar preparados”, señaló.

Al pasar tantos años juntos puede ocurrir que cuando se casen descubran que el sentimiento ya no era el mismo que en un principio y es cuando comienzan los problemas y conflictos, por eso es importante tener una relación de calidad para que, a pesar del tiempo de noviazgo, vivan un feliz matrimonio. “El noviazgo es un tiempo para conocer a la persona, antes de decidir un matrimonio hay que pasar el período de enamoramiento para, a partir de ahí, ir construyendo el vínculo de amor, la capacidad de comunicación y de intimar, deben pasar ese tiempo para que sepan con quién están realmente”, recalcó el especialista.

Equilibrio

El psicólogo de Enfoque a la Familia, Luis Diego González, comentó que en noviazgos largos, los novios se acostumbran a vivir en ese tipo de relación, es decir, sus mentes están muy rígidas y al casarse no hacen la transición adecuada y siguen pensando que son como novios y por tanto no adquieren el compromiso correcto.

“Si la pareja ha mantenido un noviazgo largo y se casan, no se reconocen como esposos porque se han acostumbrado a ser novios y al casarse no se comprometen tanto e incluso se genera cierto duelo porque se trata de reorganizar la vida y perder cosas a las que estaban acostumbrados a vivir”, subrayó González.

Para el psicólogo, en un noviazgo largo se corre el riesgo de caer en excesos de confianza lo que provoca que ciertos límites y normas se vayan perdiendo, lo cual ocasiona conflictos dentro de un matrimonio porque se comportan como antes cuando en realidad deben cambiar.

“Lo recomendable es mínimo una relación de año y medio y no más de cuatro años, no es una regla absoluta; pero si sobrepasan esos cuatro años deben tener presente que tienen que tener un nuevo comienzo, tampoco un noviazgo debe ser muy corto”, puntualizó el psicólogo.

 Tomado de www.prensalibre.co.cr 

Parejas distanciadas

• No mantienen comunicación ni comparten tiempo juntos

Muchas parejas viven como desconocidos

• Aunque viven en un mismo techo, tienen intereses en común y juraron amarse para toda la eternidad, algunas parejas se desconocen por completo

Angie López Arias
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En el noviazgo y los primeros años de matrimonio, la cercanía de las parejas es muy fuerte y profunda, pero conforme pasa el tiempo, es común que dejen de entablar conversaciones, que pongan como prioridad otros asuntos y que no compartan tiempos, lo cual inevitablemente crea un doloroso distanciamiento.

Y es que al cabo de un lapso, muchas parejas se vuelven como un par de desconocidos aún viviendo bajo el mismo techo, incluso parece que llegan a una relación de pura monotonía donde el placer, la ilusión y el amor quedan en la historia para dar paso a los conflictos y los roces.

La situación empeora cuando los hijos crecen y se van de casa porque durante la crianza, ella y él se preocuparon por trabajar y darle todo a la familia, lo malo es que olvidaron su rol como pareja y cuando quedan solos en casa es como si no conocieran a esa otra persona con la que comparten.

Aunque es difícil debido a las múltiples ocupaciones que se tienen hoy día y por supuesto por la responsabilidad que mantienen con los hijos, es necesario que las parejas recuperen sus espacios para compartir, con el fin de que puedan recuperar los sentimientos que les unieron.

Alerta

La psicóloga Marielos Hernández comentó que las parejas pasan por diversas etapas; una en la que se vive esa gran cercanía, donde hasta excluyen a otras personas, y otra cuando ya pierden de vista su papel como pareja y se dedican a los hijos, el trabajo, el hogar, entre otros.

“Con hijos ejercen un rol distinto y por las obligaciones que tienen comienzan a vivir una rutina que les crea un distanciamiento. Cuando los hijos establecen espacios más individuales o se van de casa, la pareja lo vive con soledad y frustración porque no supieron disfrutar como pareja”, afirmó Hernández.

La especialista dijo que cuando los miembros de la pareja se convierten en desconocidos es porque con anterioridad se han gestado grandes abismos a nivel de comunicación, porque la sexualidad se volvió monótona y porque no tuvieron tiempo suficiente para compartir.

“Se ve a las parejas casi como en una relación de amistad y de fraternidad pero no de amor porque se perdió de vista el deseo y lo que antes le movilizaban las pasiones. Lo ideal es rescatar espacios para que compartan y recurrir a otras técnicas para tener una verdadera relación de pareja”, indicó.

Conveniencia

Hernández aseveró que a veces las parejas se mantienen unidas por el temor a la soledad, por el compromiso que sienten con sus hijos o bien, porque piensan que el matrimonio debe ser para toda la vida, pero en realidad viven infelices y llenos de frustración.

“La felicidad tiene que ver con encontrar novedades, ser creativos, tolerar las diferencias y saber adaptarse a diferentes momentos de la vida como los cambios que ocurren en la apariencia. Hay que trabajar para cambiar la situación, el lío es que no todas las parejas lo hacen y por eso llegan a rupturas e infidelidades”, agregó.

La psicóloga recomendó que, cuando hay indicativos de esta situación, es necesario establecer un diálogo franco y de ser el caso, tomar una decisión pues no pueden vivir en esa frustración que les genera su convivencia, a partir de esa comunicación deben recurrir a claves para recuperar la relación.

Cuando los hijos se van, las parejas se sienten solas pero lejos de vivir ese momento con dolor, tienen que verlo como una oportunidad que tienen para disfrutar como pareja lo que antes no pudieron por las muchas responsabilidades que tenían. El problema es que confunden el rol de padres con el de pareja y son roles completamente distintos, ninguno reemplaza al otro.

Frecuente

En criterio del psicólogo Erick Quesada, esta es una situación muy común pues a pesar de que las parejas caen en cuenta sobre la forma en que viven, no hacen nada para revertir la situación, algunas rehúsan buscar ayuda cuando en realidad esto sería de gran provecho.

“A veces las parejas están sumergidas en su mundo laboral, con problemas, la crianza de los hijos, presiones económicas, entre otras dificultades, lo que provoca que cada vez tengan menos tiempo para ello, eso hace que la dinámica se torne rígida y predecible. En ocasiones siguen juntos porque les resulta funcional”, manifestó Quesada.

Quesada dijo que, los miembros de la pareja debe pensar en que tienen derecho a ser felices, a rehacer su vida y a intentarlo nuevamente, para ello pueden buscar ayuda profesional porque esto permite que la pareja corrija lo que está mal y si del todo no hay futuro, tienen la orientación para tomar mejores decisiones.

Tomado de www.prensalibre.co.cr

Conflictos con la familia de la pareja

• Se da por diversas causas

Conflictos con familia de la pareja causan daño a relación

• Muchos padres no aceptan la relación que su hijo o hija tienen con una persona por lo que emprenden presión para alejarles, lo cual inevitablemente causa daño en la pareja

AngieLópezArias
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Desde aspectos como el nivel socioeconómico, el grado académico o la religión hasta la exagerada intromisión de la familia de alguno de los miembros de la pareja, causan conflictos inevitables que, si no se saben manejar adecuadamente, provocan daño en la relación.

Las razones de este tipo de problemáticas son amplias, pero lo cierto es que es una situación muy común hoy día, lo cual incluso ha originado separaciones en las parejas así como también fuertes peleas y resentimientos que por supuesto dejan dolor y heridas difíciles de sanar.

Y es que ese famoso dicho de que “uno se casa con la pareja y no con su familia” no es del todo verdad, pues es un hecho que aunque existan problemas y roces entre ambas partes, la familia siempre estará ahí, por lo que lo ideal es buscar la manera de conciliar de forma respetuosa.

Aunque a veces sea difícil lograr una relación armónica entre la familia y la pareja, es importante la comunicación para establecer límites claros y normas de respeto con el fin de que quien está en medio de la situación conflictiva pueda compartir con su pareja pero también con sus familiares.

Razones

El psicólogo Erick Quesada comentó que las causas de estos conflictos pueden ser múltiples y dependen de cada familia, porque a veces son problemas por temas religiosos, en otras ocasiones tiene que ver con un asunto de nivel socioeconómico, de formas de pensar, o bien, cuando la pareja es una persona agresiva o irresponsable.

“El peso de estas problemáticas recae sobre la persona que está en medio de su familia y su pareja, porque es quien debe tomar la decisión de si continúa o no con la relación aún por encima de la opinión que tengan sus padres. Se esperaría que la familia respete la decisión y sino entonces tendrá que tomar acciones, algunas drásticas como alejarse de sus familiares”, aseveró Quesada.

Alrededor de esta situación, se pueden generar dos panoramas; cuando uno de los miembros de la pareja no es aceptado por la familia del otro o bien, cuando los padres desean proteger a su hijo o hija de una relación donde haya agresión, violencia o maltrato, por ejemplo.

“La otra situación que ocurre es cuando la persona no ve que está en una situación dañina como cuando se le maltrata o engaña, en este caso el rol de la familia debe ir orientado a que tome conciencia y ofrecerle el apoyo necesario. La posibilidad de conflicto es grande porque la persona puede estar tan cegada que siente el consejo de sus padres como una intromisión”, manifestó Quesada.

Interferencia

El especialista indicó que se espera que la familia no interfiera más allá de lo que debe intervenir aún y cuando el hijo o la hija estén en una relación problemática, pues lo que pueden ocasionar son conflictos aún mayores, lo conveniente es un consejo y guía, no una imposición.

“Una pareja sana y madura reconoce los límites de hasta dónde puede llegar su familia, hay padres que quieren mandar en las relaciones de sus hijos y se entrometen más de la cuenta en la relación, lo cual ocasiona problemas, ahí es donde los miembros de la pareja deben establecer límites”, dijo Quesada.

El psicólogo expresó que la comunicación es clave pues entre menores sean las posibilidades de diálogo, mayor será el nivel de conflicto, por ello, si los roces son inevitables es mejor guardar las distancias del caso, pues de lo contrario no solo se afecta la relación entre la familia sino también dentro de la relación de pareja.

Por su parte, la psicóloga Gladys Brenes aseguró que los padres y demás familiares tienen gran importancia y por tanto, aunque no se quiera, gozan de un gran poder de influencia, de ahí que las buenas relaciones con la pareja de los hijos deban ser cordiales.

De peso

Brenes señaló que las personas toleran los defectos de sus familiares, por el contrario cuando se trata de una persona con la cual no se tiene vínculo alguno, los aspectos negativos tienden a tolerarse menos y a resaltarse, y esto es lo que puede pasar con los padres hacia la pareja de sus hijos, sobre todo cuando no se ha desarrollado un nivel de afecto.

La especialista considera que lo mejor es buscar la conciliación pues no es justo sacrificar algo, ya sea el amor de la familia o de la pareja, lo cual causaría un gran dolor a la persona afectada, por eso lo mejor es tener un trato basado en el respeto entre ambas partes.

“Lo mejor es conciliar, siempre debe haber respeto y tener una relación en un nivel que se pueda tolerar, aunque sean muy distantes, tienen que tratarse con respeto y tratar de adaptarse a las diferencias que existen, poner de parte de cada quien para que las relaciones sean llevaderas”, agregó Brenes.

Estas situaciones inevitablemente generarán dolor en la persona afectada pues es difícil querer estar con el ser amado y que no sea aceptado por la familia, de igual forma los padres quieren siempre lo mejor para sus hijos por lo que la comprensión y también el respeto son básicos.

Tomado de www.prensalibre.co.cr