Orgullo gay

Junio es el mes del orgullo gay en Costa Rica, pero no entiendo bien las razones para tener que sentirse orgulloso…

     Son muchas las razones por las que las personas sexualmente diversas pueden sentirse sumamente orgullosas de serlo. Ya se ha demostrado científicamente que no hay ningún tipo de patología en las mismas y que no se encuentra diferencia alguna en torno a las capacidades físicas, morales, intelectuales y espirituales con respecto a las que se acostumbra denominar personas “normales” (heterosexuales).

     Las personas que pertenecen a la diversidad sexual nos permiten observar la amplia e impresionante gama de posibilidades de expresión de la sexualidad humana, haciéndonos ver y entender que la humanidad es diversa en múltiples sentidos.

     Además, contienen el potencial para concebir y poner en acto modalidades de convivencia y formas de establecer relaciones de poder más respetuosas e inclusivas con respecto a las propias de la heterosexualidad patriarcal. Sin duda, se quedan muchísimas razones más sin mencionar, tarea pendiente para otra edición de Gente 10. Como acostumbramos decir, más allá de la vergüenza, las personas sexualmente diversas encierran un inmenso potencial para, paulatinamente,  contribuir a transformar nuestras sociedades.  ¿No son suficientes motivos para sentir orgullo?

El simbolismo del pene

Algo escuché en un programa de radio sobre el poder simbólico del pene.  ¿De qué se trata esto?

     En pocas palabras, puede decirse que más allá de sus funciones fisiológicas, al pene se le han depositado históricamente una serie de elementos simbólicos de índole social y cultural. Por ejemplo, en nuestras sociedades patriarcales y heterosexistas, el tamaño del pene otorga, supuestamente, un grado de poder al hombre.

     Bajo la suposición de que el placer sexual de la mujer está centrado en la penetración, que es mayor cuanto más grande sea el pene y que es responsabilidad del hombre procurar dicho placer,  llegamos entonces a la idea de que un hombre es mejor amante (mejor procurador de placer) en cuanto más grande tenga el pene, lo que sin duda le otorgaría cierto estatus y/o superioridad en esta área de la vida con respecto a otros hombres.

     Estas concepciones, que son muy generalizadas y se dan como verdades, están fundamentadas en una serie de principios que cada vez son más cuestionados. Hoy sabemos que no todas las personas son heterosexuales ni tienen por qué serlo, por lo que el coito entre una mujer y un hombre no es más que una de las tantas prácticas posibles en el ámbito de la sexualidad humana. Por otra parte, sabemos que el centro de placer de las mujeres, fisiológicamente hablando, es el clítoris, pues se trata de una estructura cuya única razón conocida de existir hasta el momento es la de producir placer. Y por último, que las mujeres son perfectamente capaces de asumir la responsabilidad por su propio placer y satisfacción.

     En el caso de la vivencia de la sexualidad gay, encontramos también que el tamaño del pene puede adquirir muchísima importancia, lo que sin duda responde a este componente cultural patriarcal a través del cual somos educadas todas las personas. Pero aquí no termina el asunto con el poder depositado al pene. Cuando hablamos de violencia sexual, observamos como en el acto de la violación, la consumación del acto radica en la penetración del mismo. Ya sabemos que este tipo de actos violentos no están motivados primordialmente por el deseo sexual, sino por la necesidad de experimentar la sensación de poder mediante el acto de someter y humillar a otra persona.

      Ante estas ideas, surge la interrogante de hasta qué punto están nuestros cuerpos, ya sea de mujeres u hombres, actuando como instrumentos para reproducir el sistema patriarcal de dominación; y de hasta qué punto podemos romper con esos mandatos sociales para al mismo tiempo despojarles de los nefastos simbolismos que les han sido impuestos.

Publicado en Revista Gente 10.

Cómo hablar de la orientación sexual gay

Tengo 18 años y siento que necesito decirle a mi familia y a muchos de mis amigos que soy gay. ¿Cuál es la mejor manera de hacerlo?

     Comunicar esto a la familia y a los amigos(as) es una decisión muy importante, por lo que hay que tomar algunos aspectos en consideración. Lo más recomendable es estar preparado para la reacción que estas personas tan importantes emocionalmente puedan tener. Se han visto muchos casos en los que los(as) familiares o amigos(as) han reaccionado con enojo y rechazo.

     Si la persona que comunica su orientación sexual no está preparada esto puede significar un duro golpe emocional. Parte de la preparación para hablar de esto es tener claro cuáles podrían ser las diferentes reacciones que podría enfrentar, y de qué manera actuaría ante las mismas. En algunos casos, cuando las familias son muy homofóbicas, reaccionan incluso pidiéndole a la persona que se vaya de la casa o prohibiéndole que lleven a otras personas como él o ella.

     Ante situaciones como estas, la persona debe estar muy clara sobre qué hará, por lo que en este caso es importante conversar con otras personas que ya hayan pasado por lo mismo o buscar consejería profesional. Por otro lado, en el caso de los(as) amigos(as), hay que tomar en cuenta la cercanía con estos(as) antes de comentarles al respecto. Si la persona a la que se le va a contar no es muy cercana, podría ser que no sienta la consideración de no comentarles a otras que no se desea que sepan.

     Es preferible conversarlo inicialmente con amigos(as) cercanos(as), con quienes se tenga la confianza de que no lo van a divulgar. Aceptar la orientación sexual no heterosexual es un gesto de consistencia y amor propio, de auto determinación y honestidad consigo mismo(a) que sin duda traerá una serie de consecuencias positivas a lo largo de la vida.

Publicado en Revista Gente 10.

Transexualidad

Tengo un amigo hombre que no se siente cómodo con su cuerpo, lo rechaza porque dice que realmente se siente una mujer. Además, dice que las mujeres le atraen mucho sexualmente, pero que cuando se imagina que está con una haciendo el amor, no se ve como hombre sino en el cuerpo de una mujer. ¿Cómo se explica esto?

     Probablemente estemos frente al caso de una persona transexual. La transexualidad es una expresión de la amplia gama de manifestaciones de la identidad de género (en este caso transgénero), que consiste en que la identidad sexual de la persona no corresponde con su sexo biológico. Es decir, en este caso, tenemos a una persona con sexo biológico de hombre, cuya identidad sexual es de mujer, lo que explicaría que la persona de este caso no se siente cómoda y rechaza su cuerpo de hombre argumentando que se siente una mujer.

     Por otra parte, está el tema de la orientación sexual. Todo parece indicar que esta mujer (decimos mujer porque se parte del respeto a la identidad sexual de cada persona) tiene una orientación sexual lésbica, dado que le atraen las mujeres sexualmente y tiene fantasías sexuales con éstas. Si se observa en las mismas en el cuerpo de una mujer es porque esta imagen corresponde con su identidad sexual, siendo desde su subjetividad, una imagen totalmente consistente. Una situación como esta puede generar fuertes confusiones a quienes la presenten, por lo que lo más recomendado es buscar ayuda por parte de algún(a) profesional debidamente capacitada y sensibilizada en este tipo de temas.

      Como ya hemos mencionado antes, este tipo de expresiones de la sexualidad humana no implican ningún tipo de patología o anormalidad desde el punto de vista científico.

Publicado en Revista Gente 10