¿Si una pareja gay cría a un niño, este se convertirá también en gay?

Dr. Erick Quesada R.

Falso. La orientación sexual de una persona no depende de la orientación sexual de quienes lo crían, de lo contrario ¿cómo podríamos explicar que muchísimas personas gays, lesbianas y bisexuales provienen de parejas heterosexuales?

Los estudios más recientes indican que la orientación sexual está condicionada por un número amplio de factores, y se ha descartado que responda, además del punto anterior, a traumas de índole sexual en la infancia o al haber crecido en familias con dinámicas disfuncionales.

Si un niño criado por padres gays resulta ser gay será por múltiples causas. Por otra parte, y gracias a la investigación científica, al día de hoy se ha descartado que los niños y las niñas puedan verse dañados(as) al ser criados(as) por un hombre o una pareja de hombres gays.

En relación con lo anterior, no se ha hallado que presenten en mayor porcentaje una orientación homosexual con respecto a los hijos e hijas de parejas heterosexuales; ni ningún tipo de conflicto relacionado con su identidad de género o de cualquier otra índole en relación con los hijos e hijas de parejas heterosexuales.

Más bien -y esto viene a romper con muchos de los estereotipos que giran en torno a la homosexualidad-, algunos estudios indican que los hombres gays tienden a mostrar un mejor desempeño en su rol paterno con respecto a los hombres heterosexuales.

Publicado en Revista Gente 10

Bisexualidad

Bisexualidad


Por Dr. Erick Quesada *

Cuando hablamos de diversidad sexual tomamos en cuenta dos variables: orientación sexual e identidad de género. Cuando nos referimos a la orientación sexual hablamos del sexo (hombre o mujer) hacia el que la persona  experimenta atracción física, sexual y emocional.  En el caso de la identidad de género, hablamos de las personas transgénero, que son aquellas que se identifican, en algún grado, con el género adscrito socialmente al sexo opuesto; es decir, hombres que se identifican con la feminidad y mujeres que se identifican con la masculinidad.

El caso de la bisexualidad tiene un carácter especial: muchas personas, incluso las que pertenecen a la diversidad sexual, no aceptan su existencia. Para muchas la bisexualidad responde a una etapa de transición hacia la aceptación de la propia orientación sexual –por ejemplo de una supuesta heterosexualidad a la homosexualidad-, y para otras se trata de una etapa propia de la adolescencia, donde los y las jóvenes podrían experimentar con ambos sexos como parte de su proceso de búsqueda y definición de su personalidad.

Sin embargo, diversos estudios demuestran que la bisexualidad es una expresión más de la sexualidad humana, tan legítima como el lesbianismo, la homosexualidad o la heterosexualidad. También se ha visto que es común que estas personas suelan experimentar una mayor atracción hacia uno de los dos sexos, lo que hace que muchas veces decidan comprometerse con un estilo de vida gay o lésbico, o por el contrario heterosexual.

No obstante, también hay casos donde la persona decide abrirse a la posibilidad de tener parejas de ambos sexos.  Lo importante en estos casos es que la persona bisexual adecue su estilo de vida a sus más genuinos intereses y necesidades, ya sea tanto a través del proyecto de conformar una familia; del poliamor (la capacidad de amar y compartir con dos o más personas simultáneamente) o de la pareja abierta (los(as) miembros(as) de la pareja deciden mantenerse unidos pero aceptan relaciones con otras personas esporádicamente), entre otras opciones.

* 8827-6174